Quede claro que cuando me refiero a una máquina de coser doméstica, me refiero a una máquina de coser y no a una máquina de bordar. Las máquinas hoy en día ofrecen muchísimas puntadas y configurando correctamente la puntada en Zig zag, podemos bordar cualquier motivo, con la única limitación de su ancho. Entonces, si tu máquina de coser incorpora la puntada en zig zag y permite, además, ajustar la longitud y anchura de puntada, entonces, también puedes bordar con ella. Te explico a continuación cómo.
Vamos a bordar las letras del nombre HÉLÈNE y lo primero será tener impreso en papel el nombre completo, al tamaño y ancho que deseamos transmitir a la tela, en este caso una servilleta. Para traspasar las letras a la tela he usado papel de calco. El papel de calco era algo que antaño se usaba muchísimo en oficinas, o a la hora de realizar recibos o facturas, ya que a partir de un original, se obtenían copias inmediatas. Hoy en día, con el avance de las tecnologías digitales este material ha quedado un poco en desuso y no sé si os resultará o no fácil encontrarlo, pero resulta muy útil para traspasar motivos a la tela. Si sabéis dibujar o tenéis buen trazo, por supuesto, podéis también dibujar los contornos directamente sobre la tela.
En mi caso, he recortado la impresión y un trocito de papel de calco. Lo he fijado a la tela con celo, para que no se desplace y con un lápiz he repasado haciendo un poco de fuerza, los contornos de todas las letras.
Una vez retirados los papeles, ya tenemos el nombre impreso en la servilleta y ahora solo hará falta ir rellenando el interior de las letras.
Como ya os he 
dicho, seleccionamos la puntada en zig zag en la máquina y modificamos la longitud de puntada al mínimo que os permita la máquina, en mi caso (una máquina digital) a 0.5. Seleccionando una mínima longitud de puntada, lo que conseguiremos es que las pasadas de hilo de derecha a izquierda estén muy juntas y puedan rellenar las letras sin dejar espacios que se vean blancos. Debemos seleccionar también la anchura de puntada de acorde a al ancho del motivo a bordar. Tras realizar unas pruebas previas, 3.5 era lo que más se ajustaba al ancho de las letras, así que con esta disposición empezamos a rellenar los huecos de las letras.
Otro consejo importante antes de empezar a bordar es aflojar un poco la tensión del hilo superior. De esta forma evitaremos que el tejido se contraiga. Y por supuesto, si el tejido es muy fino, convendrá antes fijar por detrás una entretela. Y empezamos a bordar despacito, siguiendo el trazo dibujado en la servilleta:
Lo ideal es usar un pie de máquina o prensatelas abierto, que permita en todo momento ver por dónde se mueve la aguja para poder guiarla. Vamos rellenando cada tramo recto de las letras de forma independiente. En la imagen de abajo puedes ver cómo empezamos a bordar el palo inferior de la letra E, y como queda una vez finalizado.
Para bordar la letra N, una vez bordados los dos palos verticales, iniciamos desde el extremo superior del tramo diagonal y reducimos la anchura de puntada para que el nuevo bordado no se solape con el anterior. Vamos aumentando poco a poco el ancho de puntada hasta llegar a la zona de no solape, donde lo volvemos a dejar a 3.5. Para que quede más claro a lo que me refiero, en la última imagen de esta entrada tienes otro ejemplo de lo que se obtiene si progresivamente se va aumentando (o disminuyendo) la anchura de puntada a la hora de bordar.
Y cosiendo poco a poco sin prisas, e intentando siempre seguir los contornos marcados, el resultado, una vez terminado, es bastante bueno. Evidentemente, no se aprecia la perfección en los contornos como cuando el bordado se realiza con máquinas bordadoras, pero, a la que se coge un poco de práctica, es un resultado muy bueno y un método mucho más rápido que bordar a mano.
Una vez finalizado el bordado se debe lavar la servilleta para eliminar los restos de tinta del papel de calco, y tras ello, nuestra servilleta está lista para que su pequeña dueña pueda utilizarla. La hemos adornado también con una puntada de fantasia que incorpora la máquina de coser; el punto de pluma.
Os he querido también compartir una última imagen (abajo) por un motivo importante, y es que os ayudará a bordar patrones que no tengan un ancho constante, modificando la anchura de puntada. En la imagen de abajo los rayos de la nave espacial están bordados con la misma máquina de coser que las letras anteriores, y en ellos, fuimos progresivamente modificando el ancho de la puntada. Es decir, empezamos cosiendo con una anchura de 3, tras unas puntadas, bajamos a 2.5, tras otras puntadas más, a 2, unas puntadas más a 1.5, y así hasta llegar al último tramito, cosido con un ancho de 0.5. Cuándo cambiar de puntada y durante cuánto rato mantenerla es algo que se ve mientras se va cosiendo, pero un consejo es dividir el tramo a bordar en tantos subtramos como anchos diferentes de puntadas necesites usar, y asignar a cada subtramo una puntada diferente… Es cuestión de práctica pero ya verás que ¡no es nada difícil!
Por cierto, el nombre ÀNGEL en este trabajo, está hecho a partir de aplicaciones. Si quieres saber cómo crear y coser aplicaciones en tela, aquí tienes un paso a paso.
ENTRE HILOS Y VIRUTAS 