A los niños no hay pantalón que se les resista y todos acaban con agujeros en las rodillas… No vamos a andar tirando pantalones así que, o ponemos las típicas rodilleras de mercería, o le echamos imaginación ¡y nos inventamos los parches más divertidos!
En esta otra entrada publicamos un paso a paso detallado sobre cómo hacer aplicaciones en tela. Para realizar los parches, vamos a usar la técnica de las aplicaciones y aquí resumiremos el proceso, pero os recordamos que el material que vamos a utilizar para fijar la aplicación (el parche) a la tela será la flixelina.
Empezamos dibujando sobre la parte de papel de la flixelina a nuestro personaje de hoy, Pac-man, el simpático Comecocos, y a su peor enemigo, uno de los fantasmas del juego.
Recortamos la flixelina a 1 mm del borde del dibujo y con la plancha la fijamos sobre la parte del revés de una tela tejana que es, en realidad, restos de otros pantalones.
Una vez se haya enfriado, recortamos tela y flixelina siguiendo el contorno marcado con el lápiz. Retiramos el papel protector de la flixelina y fijamos los dos parches en el pantalón, aplicando calor con la plancha. Recomendado, antes de fijar los parches, remendar con un zurcido los agujeros. De esta forma reforzaremos también la unión y daremos consistencia.
Ahora hay que coser los parches al pantalón. y como las piernas de un pantalón son estrechas, no vamos a tener juego para poder coser los parches a máquina…
Soluciones:
- Coser a mano un punto de festón alrededor de las aplicaciones. Esta opción es válida para todos los que tiene práctica y destreza y consiguen una puntada regular, pero no para mí… 😦
- Abrir el pantalón por una de sus costuras laterales unos 10-15 cm. Lo suficiente para tener juego y poder coser a máquina el parche. Esta es en realidad la opción más cómoda teniendo máquina de coser ya que, coser y pespuntear luego la costura no nos llevará nada de tiempo:
Una vez cosidas las siluetas de Pac-man y el fantasma, volvemos a pegar aplicaciones para formar los ojos de los simpáticos personajes:
Una vez pegados los ojos, los bordeamos también con la máquina con una puntada de festón y, como por arte de magia, nuestros simpáticos personajes parece que hayan cobrado vida. Cosemos las costuras laterales y, finalmente, así de bonito es el resultado final:
Estas aplicaciones son un claro ejemplo de cómo a veces, la mejor forma de disimular un defecto (el agujero de un pantalón) es precisamente enfatizarlo.
¿Quién se anima a coser un Pac-man en su ropa?